jueves, 4 de noviembre de 2010

¿Cómo se diagnostica la drogadicción?

Habitualmente el diagnóstico de drogadicción lo puede hacer un médico pediatra, un psicólogo o personal capacitado en estos aspectos.

Sin embargo hay una realidad en esto del diagnóstico médico, muchos médicos pediatras o especialistas pasan por alto la posibilidad de que el joven sea adicto a las drogas o al alcohol, porque cuando el joven se presenta en la consulta no está bajo los efectos de esa sustancia y al no encontrar evidencia alguna de drogas o alcohol en sus exámenes clínicos, pasa por alto esa posibilidad diagnóstica.

Es muy importante que los profesionistas de la salud nunca den por hecho la posibilidad de que están ante un joven con problemas de drogas o alcohol. Ese es un error gravísimo y en muchas ocasiones el médico ha tenido delante de él al drogadicto y nunca lo diagnosticó ni se dio cuenta.

Es importante que el médico esté pensando y suponiendo, cuando hay ciertos síntomas, que aunque en ese momento no se vean los efectos de la droga y del alcohol pueda tratarse de un problema de drogadicción.

Los hallazgos clínicos a menudo dependen de la sustancia de la que se ha abusado, la frecuencia de uso y el tiempo trascurrido desde la última vez que se usó, y pueden incluir los siguientes puntos:

  • pérdida de peso
  • fatiga constante
  • ojos enrojecidos
  • poca preocupación por la higiene

Son cuatro puntos generales pero muy importantes, que no hacen el diagnóstico, porque pueden ser causados por otras cosas, pero que cuando están estos síntomas, es obligatorio averiguar sobre la posibilidad de las drogas.

Tratamiento y prevención

El tratamiento específico de la drogadicción estará determinado por el médico y se hará en base al tipo de sustancia que se ha estado usando, por el tiempo que se empleado y por los síntomas y signos que se han encontrado en el joven.

No hay un tratamiento único sino que dependerá de la experiencia del médico, del tipo de droga y del tiempo de estarla utilizando.

Es importante saber que existen métodos de tratamiento ambulatorio y también dentro de un hospital. En muchas ocasiones cuando la dependencia es demasiada, se recomienda muchísimo la hospitalización para poder pasar el momento más agudo y difícil y posteriormente continuar con un tratamiento ambulatorio fuera del hospital.

Quiero citar tres puntos en los cuáles se debe de poner especial atención para la prevención de las drogas. Como sabemos no hay nada mejor que prevenir. Más vale prevenir que curar. Es mucho mejor que el joven nunca sea alcohólico o drogadicto, a que una vez siendo alcohólico y drogadicto se le intente rehabilitar. Es mejor la prevención.

Un punto importante son las escuelas. En las escuelas deben crearse comités de padres de familia y de los mismos maestros, grupos de trabajo que eduquen sobre las drogas y el alcohol, que hablen sobre esto y sobre los efectos adversos que estas sustancias producen. Las escuelas son un factor importantísimo para poder ganarle la batalla a la drogadicción y al alcoholismo.

También está un segundo punto, que serían los programas comunitarios de prevención. Durante mucho tiempo la sociedad en nuestros países han sido sociedades pasivas, que esperan que les resuelvan todo las esferas gubernamentales, y está bien, ellos tienen su función y su responsabilidad, pero la sociedad misma también es responsable de saber enfrentar los conflictos que hoy están viviendo las familias, los jóvenes y la misma sociedad en general.

Pero la mejor labor preventiva se logra en la familia. Para esto los padres de familia deben aprender a conocer a sus hijos; saber que es lo que piensan, conocer su corazón, sus sentimientos, emociones, alegrías, tristezas, ser amigo de ellos, saber cómo le va en la escuela, si tiene problemas, saber que materia le cuesta trabajo y que materia se le facilita.

Si eres amigo de tu hijo, podrás darte cuenta cuándo se deprime o está emocionalmente inestable, triste, y poderlo ayudar antes de que sea tarde y antes de que el joven, no digamos se suicide, sino que incluso sin suicidarse, esté buscando una salida equivocada en las drogas.

En última instancia, las drogas son otra forma de suicidio, pues aquellos jóvenes que quedan adictos a las drogas, ya no tienen una vida real, ya no tienen una vida con un sentido verdadero, sino que toda su vida gira alrededor de esa esclavitud que la droga ha provocado en él.

Por tanto, en el asunto de las drogas y el alcohol, la sociedad, el ciudadano común y corriente, usted, yo, las personas que no  formamos parte de algún grupo especial, la sociedad común y corriente debe de tomar una postura importante y un papel activo en el asunto de prevenir el alcoholismo y la drogadicción.

Esto muchas veces puede hacerse a través de los medios de comunicación como la televisión y la radio. Muchas veces la televisión y la radio han servido eficientemente para promover el alcohol y las drogas a través de personajes famosos que las usan.

Ya es tiempo que la sociedad civil tome los micrófonos de la radio, las cámaras de televisión y fomente programas para prevenir esto. Y bueno, los programas de prevención enfocados a la familia son el punto más importante. La familia es el punto más importante para prevenir las drogas.

Los padres deben de saber que tienen que pasar tiempo con sus hijos y deben fomentar una amistad, una vida familiar agradable para que se puedan ventilar los problemas de los hijos y se puedan solucionar y se les pueda ayudar a enfrentar la problemática social y diaria sin la necesidad de ir a la droga.

Termino con unas palabras para todos los adolescentes y jóvenes lectores, que se encuentran en las Sagradas Escrituras, en el libro de Proverbios:

¿Para quién será el ay? ¿Para quién el dolor? ¿Para quién las rencillas? ¿Para quién las quejas? ¿Para quién las heridas en balde? ¿Para quién lo amoratado de los ojos?  Para los que se detienen mucho en el vino, para los que van buscando la mistura. No mires al vino cuando rojea, Cuando resplandece su color en la copa. Se entra suavemente, mas al fin como serpiente morderá, y como áspid dará dolor.
Prov. 23:29-32

Este pasaje nos habla del vino específicamente, pero lo podemos trasladar a cualquier tipo de droga. La droga te promete placer, energía, vida relajada, pero es pura pantalla, pura apariencia. Al final, como dice este texto, te morderá como serpiente, se entrará suavemente, se presenta atractivamente a tus ojos, pero al fin como áspid te dará dolor.

Que Dios te ayude a vivir una adolescencia sana y alejada de las drogas. 

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